GRAN TURISMO AMERICANO GTA

El automovilismo argentino siempre ha sido un reflejo de la pasión y creatividad de quienes lo protagonizan. Aunque en las últimas décadas se ha enfrentado a retos significativos, también ha dejado huellas imborrables en nuestra historia deportiva.

Look «NASCAR» para el GTA

Uno de esos capítulos memorables es el del Gran Turismo Americano GTA, una categoría que, a finales de los años 90 y comienzos de los 2000, representó un aire fresco y una innovación sin precedentes en las pistas argentinas que luego fue reinterpretada por otras como el Top Race.

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Un Proyecto Nacional con Alma de Competencia

El Gran Turismo Americano GTA fue creado en 1997, impulsado por la visión de Fernando Croceri y Miguel Ángel Guerra.

La categoría se destacó por su compromiso con la industria nacional, al utilizar componentes fabricados casi en su totalidad en Argentina.

Imagen del taller con las carrocerías de fondo

Desde los chasis, desarrollados por Gustavo Donadío, y producidos por los hermanos Colombini en la ciudad de Chacabuco, Buenos Aires.

Hasta las carrocerías de tecnofibra (una fibra de vidrio ignífuga), el GTA demostró que era posible desarrollar automóviles de competición de alta calidad con recursos locales.

Ford Thunderbird

Los modelos emulados, como el Ford Thunderbird y el Chevrolet Lumina, y posteriormente el Chevrolet Corvette y el Ford Mustang, dotaron a la categoría de un atractivo visual que evocaba las legendarias competencias norteamericanas.

Chevrolet Lumina

Bajo el capó, los motores V8 de aspiración natural de 5.8 litros y carburador Holley Quadrajet ofrecían una potencia cercana a los 450 HP, permitiendo un desempeño emocionante en carrera.

Espectáculo y Talento en las Pistas

El Gran Turismo Americano GTA no solo se destacó por sus vehículos, sino también por los grandes nombres que participaron en la categoría. Pilotos como Omar Martínez, Guillermo Ortelli, Patricio Di Palma o Ernesto Bessone llevaron el espectáculo a circuitos icónicos argentinos como el de 9 de Julio, el Roberto José Mouras y el Ciudad de Concordia.

Las competencias del GTA se convirtieron en un espacio donde la velocidad, y la pasión se combinaban para deleitar a los fanáticos del automovilismo.

El rock también en las pistas

El musico Pappo, además de su éxito con Riff, se destacó en el automovilismo, comenzando a competir en los 80 por su pasión por la velocidad.

Participó en diversas categorías, como el GTA, el TC Bonaerense y el TC Pista. Su mejor resultado fue justamente en Gran Turismo Americano GTA con un tercer puesto en La Pampa en 2000.

Aunque no buscaba la victoria, sino disfrutar de la adrenalina, siempre se destacó por su amor al automovilismo y la velocidad.

Pappo y el GTA con el #29

Un Legado que Inspira

Aunque la categoría tuvo que enfrentarse a adversidades, como la Crisis Económica Argentina de 2001 y ciertos problemas de gestión, su impacto sigue vivo en la memoria de quienes pudieron disfrutarla.

El Gran Turismo Americano (GTA) no solo fue una plataforma para el desarrollo local, sino también un ejemplo de cómo la pasión por las carreras puede impulsar proyectos audaces.

Hoy, al mirar atrás, el Gran Turismo Americano GTA nos invita a reflexionar sobre las posibilidades de un automovilismo que combine ingenio, talento, mucha potencia y recursos nacionales. Quizás no se trató solo de una categoría que desapareció, sino de una chispa que puede encender nuevas iniciativas en el futuro.

Textos: © Tomas Ferraut para TargaSport

Fotos: © Unknown

 

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