EL SUPERCAR QUE CAMBIO LA HISTORIA DEL GRUPO VOLKSWAGEN

EL SUPERCAR QUE CAMBIO LA HISTORIA DEL GRUPO VOLKSWAGEN

No caben dudas que Ferdinand Piech fue el hombre más importante en la historia del Grupo Volkswagen AG (VAG), siendo nieto del mismísimo Ferdinand Porsche era un gran admirador de las marcas italianas y soñaba con que la empresa alemana abandonara el enfoque centrado en autos simples para la clase trabajadora y se animara a fabricar modelos deportivos y prestigiosos.

Piech se había iniciado en Porsche en el año 1963, para luego a pasar a Audi a principios de los ´70s donde tuvo la iniciativa de revolucionar la historia de los rallies creando el Audi Quattro con su tracción integral. Después del gran éxito como director de la firma de Ingolstadt asumió como CEO del Grupo VAG en 1991 y desde ese lugar empezó a dar forma a su gran anhelo, construir un automóvil deportivo capaz de rivalizar con las grandes marcas italianas.

El primer concepto se presentó en el Salón de Tokio de 1991 con el nombre de Audi Avus Quattro, un deportivo de tracción integral construido íntegramente en aluminio. Sin embargo la gran estrella era el motor, un W12 de 6 litros en posición central posterior, aunque la unidad expuesta no contaba con mecánica porque el impulsor aún se encontraba en fase de desarrollo.

Audi Avus Quattro

En ese momento el Grupo VAG lanzaba al mercado los nuevos motores VR6 que contaban con una configuración de  “V” estrecha entre los cilindros permitiendo un diseño compacto con una sola tapa de cilindros, siendo ideales para caber en vanos transversales como el del  VW Golf.

Bloque motor Volkswagen VR6

Dicha arquitectura tenía una evidente inspiración en los famosos V4 de una sola tapa fabricados por Lancia entre 1922 y 1976, pero Piech tenía previsto una vuelta de tuerca adicional al concepto combinando dos bloques VR6 en un ángulo de 72º para crear un inédito W12 con sólo dos tapas. Cabe mencionar que los motores en W existentes desde principios del siglo XX utilizaban una configuración de 3 hileras de cilindros, por lo que el diseño de VAG suponía toda una novedad para la industria. A su vez, el Avus Quattro fue acompañado por otro deportivo conceptual más pequeño, el Audi Quattro Spyder, un coupé del tipo targa equipado con el 2.8 VR6, ambos prototipos dejaban en claro las intenciones de jugar en las grandes ligas…

Audi Quattro Spyder

Pero Piech quería ir más allá y acudió al estudio Italdesign de Giorgetto Giugiaro para la creación del primer superdeportivo de la empresa, que debía equipar el motor W12 y la tracción intregral Syncro (nomenclatura que utilizaban los autos de Volkswagen con 4 ruedas motrices por aquella época). El modelo fue presentado en el Salón de Tokio de 1997 con el nombre de Volkswagen W12 Syncro en referencia a su mecánica y  al igual que los dos  anteriores prototipos contaba con un chasis tubular con el motor dispuesto en posición central y una construcción en aluminio, aunque en este caso ya contaba el auténtico impulsor W12  de 5.6 litros y 414CV, puesto que se trataba de un modelo con vistas a la producción.

Volkswagen W12 Syncro

Meses después se presentó la variante descapotable, el W12 Spyder, aunque en ese caso la tracción solo iba a las ruedas traseras para reducir peso.

Volkswagen W12 Spyder

Motor Volkswagen W12

Cuando el proyecto parecía viable y casi definitivo las cosas empezaron a cambiar, en 1998 el Grupo VAG aprovechó la oportunidad histórica de expandirse comprando tres marcas legendarias y prestigiosas como Lamborghini, Bugatti y Bentley. Un año más tarde y aprovechando todo el “know how” existente presentaron nuevos  concept cars deportivos, el Bentley Hunaudières equipado con un nuevo W16 de 8 litros con 623CV, al cual le siguieron cuatro prototipos para relanzar Bugatti: el 18/3 Chirón, EB118, la berlina EB218 y el 18.4 Veyron. Para la creación del primero se aprovechó la existente plataforma del Lamborghini Diablo, en todos los casos se contó con la colaboración de Giugiaro para definir el styling y se los equipó con un increíble W18 de 6.3 litros creado a partir de 3 bloques VR6 unidos entre sí en ángulos de 60º erogando una potencia total de 555CV, una cifra similar a los viejos EB110 con el V12 3.5 de 4 turbos.

Bentley Hunaudières Concept

Detalle del block del motor Bugatti W16

Ya en 2000 aparece un nuevo concepto, el Audi Rosemeyer equipado con el W16 de 8 litros con la potencia aumentada hasta los 710CV, el grupo VAG apuntaba cada vez más alto…

Audi Rosemeyer Concept

En ese contexto, el proyecto del VW W12 siguió adelante y en 2001 presentan la tercera evolución, el W12 Nardò, en este caso se trataba del modelo de producción definitivo que contaba con nuevas entradas de aire y algunos retoques estéticos en el sector posterior, la potencia había aumentado hasta los 600CV y utilizaba tracción trasera como en el caso del Spyder.

Volkswagen W12 Nardò

El desarrollo también incluía una versión de competición llamada W12 Record presentada al año siguiente con el que giraron 24hs en el circuito de Nardò en Italia recorriendo 7.740km a un promedio de 322,9km/h.

Volkswagen W12 Record

La creación de modelos de altas prestaciones no se detenía y para 2003 se presenta el Audi Le Mans, un concept que adelantaba el  diseño definitivo del primer deportivo de la marca de los anillos (posteriormente denominado R8), un coche construido íntegramente en aluminio compartiendo ingeniería con Lamborghini, aunque en el modelo de producción se reemplazó el impulsor V12 biturbo por mecánicas de aspiración convencional y TDI, también se liberó la velocidad máxima que estaba limitada a 250km/h en el prototipo.

Audi Le Mans Quattro Concept

Mientras tanto los departamentos de ingeniería trabajaban duro para llevar al Bugatti Veyron 16.4 a producción descartando el W18 aspirado de 3 tapas por ser excesivamente grande y pesado, reemplazándolo por el W16 de 8 litros sobrealimentado por 4 turbocompresores erogando 1001CV con una inédita transmisión de doble embrague y…¡10 radiadores!, todo ello complementado por la tracción integral impuesta por la empresa.

Bugatti Veyron 16.4

Para 2004 el Grupo VAG tenía previsto comenzar con la producción de las 150 unidades de serie del Volkswagen W12, pero el proyecto fue descartado por considerarlo redundante e innecesario. El señor Piech ya había conseguido su objetivo, contaba con marcas deportivas y de prestigio en el portafolio de la empresa, había creado al hypercar más extremo de la época (el Bugatti Veyron) y las diferentes variantes de los motores en W en sus configuraciones de  8, 12 y 16 cilindros fueron aprovechados por las diferentes marcas del Grupo.

Textos: © Fabián Matías Rossi para TargaSport

Fotos: ©Unknown

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