DE LA ZAPATERÍA A LA F1, LA TRAGICÓMICA HISTORIA DE ANDREA MODA FORMULA

DE LA ZAPATERÍA A LA F1, LA TRAGICÓMICA HISTORIA DE ANDREA MODA FORMULA

A fines de 1991, el equipo Coloni cerró definitivamente sus puertas después de no conseguir clasificarse en ningún GP durante sus últimas temporadas, motivo por el cual Enzo Coloni decide vender su escuadra completa al magnate Andrea Sassetti, un empresario de dudosa fortuna dedicado a la venta de calzados.

A Sassetti le gustaban mucho las carreras y bautizó a su nuevo equipo con el nombre de su negocio, Andrea Moda, sin embargo pretendía seguir utilizando los mismos chasis C4 adquiridos a Coloni.

Rápidamente comenzaron las controversias, en la primera carrera en Kyalami los dos Andrea Moda C4 no pudieron participar porque Sassetti no quería pagar los US$100.000 de inscripción ya que él consideraba que no le correspondía por ser los mismos monoplazas de la temporada anterior, a lo cual la FIA le respondió exigiéndole la construcción de nuevos vehículos para el certamen.

Tan solo 3 semanas después, en México, se presentan los nuevos Andrea Moda S921, un diseño comprado a Simtek que había sido desechado por BMW dos años antes, pero los autos ni siquiera estaban terminados y no salieron a pista, lo que hizo estallar la furia de los pilotos, Alex Caffi y Enrico Bertaglia, quienes fueron despedidos después de discutir con el inefable señor Sassetti.

Para la carrera de Brasil el equipo contaba con dos nuevos pilotos, Roberto “Pupo” Moreno y Perry McCarthy, un debutante de 30 años que consiguió la superlicencia sobre la hora y no pudo participar, mientras que Moreno estuvo a más de 15 segundos de la pole. Paralelamente, Enrico Bertaglia quería recuperar su puesto en el equipo aportando nuevos sponsors, pero como ya habían alcanzado el máximo de pilotos por temporada no podían despedir a McCarthy, pero Andrea Sassetti deseaba el dinero de los patrocinadores nuevos y buscó la manera de hacer renunciar al piloto inglés.

En la siguiente carrera, España, McCarthy no fue despertado por su equipo y lo dejaron durmiendo en el hotel, aun así logró llegar al autódromo en los últimos minutos de clasificación, pero su auto rompió el motor después de recorrer apenas 30 metros.

En Mónaco, el piloto inglés solo completó tres giros porque el equipo quería usar su monoplaza como repuesto para “Pupo” Moreno, quién milagrosamente logró clasificar en el último lugar, aunque solo puso sobrevivir 12 giros en carrera, siendo el único GP disputado por Andrea Moda.

En Canadá los motores Judd no fueron entregados por falta de pago, aunque el extravagante señor Sassetti logró convencer a Brabham para que le prestaran uno de sus impulsores de reserva para el auto de Moreno, quien lógicamente tampoco consiguió clasificarse.

En Francia los monoplazas no llegaron por una huelga de camioneros, que a su vez tampoco les impidió a los demás equipos llegar normalmente, parece ser que el señor Sassetti no quiso participar para ahorrar dinero.

En Silverstone, un mamarracho total, los autos quedaron sin sponsors e hicieron clasificar a McCarthy con un auto armado con partes usadas del de Moreno y le colocaron neumáticos de lluvia sobre piso seco (sacados del auto de Moreno).

Ya en Hungría, Sassetti hizo salir a pista a McCarthy cuando solo quedaban 45 segundos para finalizar la tanda de clasificación.

El fin de Andrea Moda llegaría poco tiempo después en Spa. En plena Eau Rouge, el auto de McCarthy rompió la columna de dirección y se estrelló, los mecánicos habían colocado una pieza desechada del auto de Moreno. Al enterarse de lo sucedido el piloto ingles fue a buscar a Sassetti con intenciones de boxearlo, pero sorpresivamente estaba siendo arrestado por estafas y fraude, se cree que el propio piloto inglés había denunciado los negocios oscuros de su jefe.

La FIA inhibió de por vida a Andrea Moda, sin embargo, a pesar de la sanción el equipo intentó ingresar con sus monoplazas en la siguiente carrera en Monza, pero los comisarios no los dejaron participar.

Después de semejante bochorno Terry McCarthy se retiró definitivamente de la F1 y años más tarde logró interpretar a Stig (el piloto enmascarado de Top Gear) por un par de temporadas. Roberto “Pupo” Moreno continuó compitiendo con algunos éxitos en el Indycart. Mientras que el polémico empresario de negocios turbios intentó volver a la carga con un nuevo equipo, el Bravo F1, pero esta vez la FIA ya lo conocía y no lo dejaron participar.

Textos: © Fabián Matías Rossi para TargaSport

Fotos: ©Unknown

 

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