El Ford Falcon nació a fines de la década de 1950 por la necesidad de los consumidores norteamericanos de vehículos más económicos y de menor tamaño. Todo ello considerando los estándares de la industria estadounidense en aquella época donde abundaban los sedanes con más de 5 metros de longitud.
En consecuencia, el Ford Falcon tenía un diseño simple y una mecánica sencilla reutilizando piezas ya existentes para abaratar costos. A pesar del origen económico el modelo sirvió de base para muchos modelos de Ford Motor Company, el más importante de ellos el Mustang – ver también – . Pero hoy con concentraremos en los Ford Falcon Challenger.
Un detalle interesante es que el Ford Falcon fue de alguna manera el punto de partida en la dilatada carrera deportiva de Ford Motor Company, ya que a partir allí la marca decidió apostar muy fuerte en el motorsport.
1960-1961 FORD FALCON NASCAR
En 1960 y 1961 los Ford Falcon participaron en NASCAR en una segunda categoría llamada Compact Cars Series con un bajo nivel de preparación. Sin embargo el pequeño motor de 6 cilindros y 144 pulgadas cúbicas (2.360cc) del Falcon poco tenía que hacer frente a los más potentes y veloces Chrysler Valiant con sus 170 pulgadas cúbicas (2.786cc).
1962 FORD FALCON CHALLENGER
Seguidamente Ford pensó en desarrollar un Falcon deportivo para competir en la clase GT de la FIA. Para ello en 1962 contratan a los especialistas John Holman y Ralph Moody que realizaron una serie de modelos deportivos sobre la base de la versión 2 puertas.
El primero de ellos fue bautizado como Ford Falcon Challenger ya que se utilizó el motor V8 Challenger de los Fairlane y Galaxie. Este impulsor era la variante de 260 pulgadas cúbicas (4.261cc) de la conocida familia de motores Windsor V8.
Sin embargo, como suele pasar a menudo en la competición, para el desarrollo no se tomó el verdadero motor Challenger sino la variante más chica de 221 pulgadas cúbicas (3.620cc) y 145 HP SAE que fue llevado hasta los 230HP con la cilindrada incrementada a 244 pulgadas cúbicas (3.998cc) para quedar por debajo del límite de 4 litros fijado por la FIA.
El motor iba acoplado a una caja de velocidades Borg Warner de 4 velocidades procedente del Chevrolet Corvette ya que Ford no tenía ninguna transmisión similar. También se modificaron las suspensiones y se instalaron campanas de freno de aluminio de Lincoln Continental.
El Falcon Challenger se construyó en solo 10 días y debutó en las 12hs de Sebring en Marzo de 1962. En carrera presentó los problemas lógicos de un vehículo en fase de desarrollo pero aún así consiguieron terminar la prueba en la 36º posición general.
1962 FORD FALCON CHALLENGER II
El equipo Holman & Moody tomó nota de los defectos del coche y la siguiente evolución, el Challeger II, contaba con un techo más bajo para reducir el área frontal y mejorar la penetración aerodinámica. La altura de la carrocería fue rebajada 3 pulgadas (76 mm) y se cambió la inclinación de parabrisas y luneta.
Sin embargo el Ford Falcon Challenger II no se usó para competir sino que el prototipo fue enviado a Dearborn para que los ingenieros de Ford Motor Company lo estudiaran a fondo.
El coche fue construido con mucho esmero con un interior similar al Falcon Futura y un V8 Challenger de 260 pulgadas cubicas (4.261cc) y 164HP SAE. Se montaron suspensiones más rígidas y frenos de disco Airheart.
El resultado final fue tan convincente que Ford decidió fabricar una versión deportiva del Falcon con motor V8 y características similares. Este modelo a su vez sirvió de base para el proyecto del Ford Mustang que estaba en su fase de desarrollo y que inicialmente no contemplaba mecánicas de 8 cilindros.
1962 FORD FALCON CHALLENGER III
El gran trabajo realizado por Holman & Moody entusiasmó mucho a Ford que les encargó una versión más extrema del Falcon con la idea de fabricar una pequeña serie de 100 unidades para homologarlo en la clase GT de la FIA. Aunque finalmente solo se construyó un único ejemplar.
El Ford Falcon Challenger III fue desarrollado para competir en Le Mans contra los grandes deportivos de la época. Para ello H & M decidió ir más allá con las modificaciones estéticas ya que necesitaban una silueta tan baja y aerodinámica como las de sus rivales.
La carrocería del Challenger III fue rebajada otras 3 pulgadas con respecto al Challenger II, es decir 6 pulgadas (152mm) con respecto al Ford Falcon de serie.
Para ello se realizó un corte transversal de la totalidad del vehículo y se volvió a unir con soldaduras. Es muy interesante destacar el trabajo de terminación de H & M para ocultar las uniones y sin deformar la estética del Falcon, algo muy difícil de lograr en competición.
También se tuvo en cuenta un reparto de pesos ideal de 50/50 en cada eje.
Un ejemplo de la calidad de los acabados se puede apreciar en los cortes de la parrilla delantera donde las uniones quedaron bien disimuladas en la parte inferior de la misma. También el hecho de montar faros más pequeños tanto adelante como atrás para mantener las proporciones del modelo.
Para mejorar el flujo laminar se diseñó una cola fastback. El techo del vehículo estaba construido íntegramente en aluminio para reducir peso y fue fijado a la carrocería de acero a través de remaches que fueron ocultados en otro detalle de calidad.
Para completar el interior del vehículo estaba íntegramente tapizado, con el panel de instrumentos de serie y butacas de Porsche. Detalles absolutamente innecesarios en un vehículo de carreras pero que demuestra el gran esmero con el que fue construido.
Por el lado de la mecánica, el Ford Falcon Challenger III montó el V8 de 289 pulgadas cúbicas (4.736cc) mejorado por H & M, una mecánica que también se estaba empezando a usar en los AC Cobra con preparación de Caroll Shelby.
El único Ford Falcon Challenger III construido fue usado para exhibiciones promocionales de la marca durante unos meses y finalmente debutó en competición en diciembre de 1962 en la Semana Internacional de la Velocidad en Nassau, Bahamas.
El coche participó en 5 eventos con el piloto Marvin Panch al volante con resultados algo decepcionantes en la clasificación general, aunque consiguieron una victoria de la clase en el Nassau Tourist Trophy preliminar.
Durante 1963 el Ford Falcon Challenger III siguió siendo utilizado como coche de exhibición en exposiciones hasta que el proyecto fue oficialmente cancelado. Seguidamente el vehículo fue vendido a un ingeniero de Ford y fue utilizado en competencias SCCA – ver también – hasta 1969.
Los Ford Falcon Challenger I y II fueron abandonados pero el Challenger III fue conservado y restaurado a sus condiciones originales.
La importancia de este modelo fue clave en la implicación de Ford en competición. Posteriormente la marca unió fuerzas con Caroll Shelby para el desarrollo de los AC Cobra y Ford GT40. No obstante, el proyecto del Falcon deportivo siguió adelante.
1963 FORD FALCON SPRINT
En enero de 1963 se lanza a la venta el Ford Falcon Sprint (basado en el mencionado Challenger II) con motor V8 de 260 pulgadas cúbicas y 164HP SAE. No confundir con el Ford Falcon Sprint Argentino. Pero paralelamente Holman & Moody también desarrolló una versión de competición para el Rally de Montecarlo.
Ford inscribió 3 coches oficiales en la prueba monegasca de 1963. Los Ford Falcon Sprint de rally tenían 250HP, amortiguadores Koni regulables, una caja de dirección más directa y se trabajó con Dunlop y Fagersta Bruk para los neumáticos.
Ford participó durante 3 años seguidos en el rally de Montecarlo. Los potentes y veloces Falcon Sprint ganaron muchas pruebas especiales pero no podían alcanzar la victoria absoluta puesto que eran perjudicados por el sistema de coeficientes que beneficiaba a modelos de menor cilindrada como los Mini Cooper S.
Recordemos que el IKA Torino, hizo pruebas en Montecarlo y directamente descartaron el proyecto.
1967 FORD FALCON ANGOSTADO, EL HERMANO ARGENTINO DEL FALCON CHALLENGER III
Es interesante analizar como en el caso del Ford Falcon Angostado de 1967 desarrollado por Ford Argentina con la colaboración de Baufer (Alain Baudena y Ramón Febrer) se hizo una interpretación del reglamento bastante similar al Ford Falcon Challenger III.
En este caso también se buscó achicar el área frontal para reducir la resistencia al avance. La diferencia es que las reglas de Turismo Carretera tenían limitaciones en la altura del vehículo pero no había prohibiciones en el ancho. En efecto Baufer redujo la altura en 50mm y el ancho en 200mm.
Otro detalle es que se aprovechó una ventana reglamentaria para montar el motor V8 292 derivado de la pickup F100 ya que en la Argentina el Falcon equipaba impulsores de 6 cilindros en línea. La cilindrada fue reducida a 3.999cc para cumplir con el límite de 4 litros reglamentarios llegando a alcanzar potencias de hasta 320CV.
En total se fabricaron 11 unidades del Ford Falcon Angostado para Turismo Carretera. Se mostraron muy veloces a pesar de no conseguir demasiadas victorias, en parte porque la marca dejó de financiar su desarrollo en 1969 para centrarse en los espectaculares sport prototipos Halcón y Huayra creados por Heriberto Pronello.
Una historia bastante similar a su hermano norteamericano.
Textos: © Fabián Matías Rossi para TargaSport
Fotos: ©Unknown
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